jueves, 20 de febrero de 2014

A prueba: Peugeot 308 GT 2.0 HDI

Hoy es un gran día. Con este artículo pretendo iniciar una nueva serie bajo el nombre “A prueba”, donde intentaré contar de la forma más objetiva posible el sabor que me dejan los coches que pasan por mis manos.

El que hoy me ocupa es el Peugeot 308 en su primera edición. Basado en la plataforma de su antecesor, fue un superventas en general a excepción de su carrocería de 3 puertas que no cosechó un gran éxito, pero por circunstancias de la vida es en la que me voy a centrar.


Por cierto, el sustituto actual con el mismo nombre tiene una pinta genial, ya veremos que dicen las ventas.

Entrando en materia, es un coche  muy amplio para pertenecer al segmento de los compactos, hay una buena gama de motores y acabados y no se dispara de precio como lo suelen hacer sus competidores de otras marcas mas ¿Premium?, aunque ojo, barato tampoco es.

Creo que su baja demanda se debe en gran parte a que, si bien es cierto que este tipo de coche en versión 3 puertas tiene un público ya de por si reducido, esto se agudiza todavía más si nos vamos al modelo en cuestión que peca de una altura excesiva; probablemente un corte más bajo y deportivo hubiera calado mejor entre los más jóvenes.

Es un coche más grande de lo que aparenta ser, muy amplio en todas sus cotas. En este acabado GT además venía bien equipado para el momento de su comercialización; luces bi-xenón direccionales, llanta de 18”, techo panorámico con cortinilla de accionamiento eléctrico, tapicería mixta piel/malla exclusiva de esta versión acompañada de unos asientos absolutamente espectaculares, luces y limpia parabrisas automáticos, retrovisores eléctricos…


Una vez al volante, buscar la posición de conducción no es una tarea difícil pero tampoco tan fácil como me gustaría. La banqueta de los asientos queda demasiado alta para mi gusto  incluso en su posición más cercana al suelo (lleva ajuste en altura). Salvando ese detalle es fácil sentirse bien, aunque una persona de cierta envergadura (1,83 en mi caso), no llega todo lo fácil que debería por ejemplo a los mandos de la radio. No es un hándicap decisivo y más aún teniendo en cuenta que se puede manejar con un mando adicional que lleva situado tras el volante.


En marcha se nota muy bien aplomado, su dirección es más rápida y precisa que en otros 308 que he probado (probablemente sea específica o sea debido a las dimensiones de los neumáticos y/o dureza de la suspensión), a pesar de ser un “todo delante” es capaz de girar con decisión. La suspensión es muy dura para firme roto o para circular por una ciudad llena de badenes, pero en carretera abierta o autopista permite mantener un buen ritmo transmitiendo mucha seguridad. Vale la pena destacar que para mi gusto le faltan unas estabilizadoras más firmes y sobre todo, le sobra altura, ya no por la conducción, que también, sino más bien por estética; sus generosos pasos de rueda se ven vacíos con tanto espacio entre la goma y la chapa. Volviendo al comportamiento, aunque va calzado en plan “gato con botas” y tiene una adherencia respetable, si se quiere hacer un poco el macarra, se puede jugar con la trasera manejando el reparto de masas en la entrada de las curvas (increíble pero cierto).

El motor 2.0 HDI 136cv 16v responde bien a los requerimientos del acelerador, tiene el característico retardo de los motores turbo pero en cuanto “respira” y empieza a empujar es contundente. No es un coche especialmente veloz (0-100 en aprox 10 seg), pero se siente  alegre y es capaz de estirar por encima de las 4500 rpm con un sonido decente desde el interior (siempre teniendo en cuenta que es diesel), cosa de la que muchos diesel de la competencia no pueden presumir.

Una de las cosas que menos me ha gustado es el tacto de la palanca de cambio. A pesar de ser una caja de relaciones sincronizadas y accionamiento bastante rápido, tenía juego y “bailaba” al dar o soltar el acelerador como si de un coche mucho más gastado se tratase.

Conclusiones.

Es una muy buena alternativa para quien como yo, opina que las opciones del grupo Volkswagen no son tan buenas como te hacen pagar. Si eres de los que compra en el mercado de ocasión, aunque hay pocos, se puede encontrar a buen precio. Si eres de los que compra nuevo (aunque hoy en día esto sería imposible), este tipo de coche solo conviene si se compra pensando en tenerlo hasta el final de su vida útil. Su depreciación es muy acusada, debido precisamente a su competencia directa con otros compactos mucho más deseados como por ejemplo  el Golf.

Salu2 y a rodar!
David.

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